El jugador del Barcelona Eric Abidal reconoció que a la plantilla del Barcelona todavía le duele el 4-1 que el Real Madrid le endosó en el Bernabéu después de hacerle el pasillo como campeón de la Liga pasada. "Aquel fue un partido difícil y seguro que nosotros no lo hemos olvidado", dijo el lateral, quien apuntó que "cada encuentro es diferente" y que el próximo sábado, en el Camp Nou, "puede pasar cualquier cosa". El internacional francés recordó, no obstante, que antes que el clásico ante el eterno rival hay que afrontar el encuentro ante el Shakhtar Donestk en Liga de Campeones, aunque el Barcelona, clasificado como primero de grupo, no se juegue nada. "El del Shakhtar es importante, porque es un partido de 'Champions' y queremos acabar bien la primera fase. Primero hay que pensar en él y luego ya habrá tiempo de pensar en el Madrid", ha señalado. Abidal, que volvió al once titular ante el Valencia tras más de un mes de baja por culpa de un quiste meniscal, dijo sentirse "muy bien" y "sin dolores en la rodilla", por lo que espera volver a jugar de inicio ante el conjunto ucraniano. Precisamente, en la previa del partido de la primera vuelta ante el Shakhtar, el lateral azulgrana se quejó de que no había suficiente relación personal entre los miembros de la plantilla, más allá de la convivencia típica de dentro del vestuario. Dos meses después, Eric Abidal cree que este asunto ya se ha resuelto. "Hemos hablado de esto, de cenas, de hacer cosas fuera del vestuario, con los capitanes y ahora todo está muy bien. Hicimos una cena hace cinco días (coincidiendo con un acto promocional de Carles Puyol) y es importante que dentro del campo se transmita la alegría de fuera del campo", ha sentenciado.
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